El mítico ritual del Fuego Nuevo

 El mítico ritual del Fuego Nuevo



Amigos prehispánicos, espero se encuentren muy bien, hoy en nuestro amado y querido Prehispániblog hablaremos sobre una festividad muy importante para el pueblo Mexica que sin duda alguna es muy bonito saber sobre su existencia y lo que representaba para ellos. El cierre de ciclos, la renovación de la vida, con ustedes El fuego nuevo.  


Esta festividad es equivalente a lo que ahora tenemos o conocemos como año nuevo pero esto no se hacía cada 365 días si no cuando los distintos calendarios de esta cultura terminaban y esto sucedía cada 52 años. Los ciclos de este pueblo se cerraban y se creía que para que el sol no muriera y la vida de los pobladores no acabara se tenía que hacer el encendido de un fuego nuevo.  




Los preparativos de este majestuoso y admirable ritual eran muchos ya que los pobladores ocupaban este día para deshacerse de todo lo viejo y todo lo que en sus hogares ya no ocuparan como vasijas, ropa, armamento, utensilios de comida, “muebles” de la casa, etc. Para el ritual como tal, en la noche todo fuego existente en la ciudad se debía apagar para que en la oscuridad todo estuviera en penumbra para poderse iluminar con el nuevo fuego.


El ritual comenzaba cuando las personas más importantes se acercaban al cerro que ahora conocemos como “Cerro de la estrella”, ubicado en la actual Ciudad de México, a preparar lo que sería este fuego, todos los pobladores debían estar abajo admirando la punta del cerro mientras que comenzaban. Una vez todo listo, se sacrificaba a una persona (muchas veces era alguien que había cometido algo malo o un preso de guerra) a la cual le sacaban el corazón, lo ofrecían a los dioses y su cuerpo era consumido por este fuego.




Luego de haber ofrecido el cuerpo de alguien a los dioses, los pobladores de la ciudad miraban como la punta del cerro se iluminaba con el fuego nuevo, lo que decía que el sol no iba a morir y podían seguir con su vida como la conocían. Ahora, una vez encendido el fuego se tenía que repartir a todos para volver a iluminar las calles.     


La última parte de este ritual comenzaba cuando los sacerdotes se acercaban con palos para encenderlos y dárselos a mensajeros par que estos llevaran a cada una de las casas el fuego que antes había sido encendido. Esto lo hacían llevando este elemento a cada casa y sobretodo a los templos que era necesario iluminar ya que eran de gran respeto para ellos.  





Comentarios