El parto en el México prehispánico

Feliz día mis amigos prehispánicos, en esta ocasión les platicaré sobre un tema muy importante y bastante curioso en su forma de ser realizado en las culturas prehispánicas. En muchos lados este acto era considerado heroico y sabemos que lo es debido a lo que sufren quienes lo padecen, con ustedes el embarazo en el México prehispánico.

Este trabajo se empieza desde que la mujer logra concebir un hijo y esto sucedía muchas veces la primera vez que la pareja se le dejaba tener relaciones sexuales después de su matrimonio o después de varios intentos ya que lo importante para las parejas en esos tiempos era poder dejar herederos. Una vez la pareja sabía que iba a tener un bebé se lo comunicaban a una partera y ella era quien la ayudaba y preparaba a la mujer aconsejándole que tomara distintas infusiones de hierbas y que no dejara de tener relaciones sexuales hasta el séptimo mes para que el niño no fuera enfermizo al nacer.  

Una vez se acercaba el parto, la partera tenía y debía tener más seguimiento de la mujer embarazada y recomendándole no cargar cosas pesadas, no recibir sustos o cualquier otra situación de emociones fuertes. El día del parto la mujer debía volver a tomar un té de una planta que le ocasionaba contracciones y ayudaba a empujar al niño, la bañaban en agua tibia y se le ponía de cuclillas para que la gravedad ayudara a dar a luz y esta no tuviera que hacer mucho esfuerzo.  

Una vez el niño fuera del vientre de su madre lo pasaban por agua fría como un ritual hacia los dioses y también lo hacían por agradecimiento a que este naciera con mucho bien. A la madre se le dejaba en reposo total unas cuantas horas para que después se relajara en un temazcal y así para que se recuperara del esfuerzo y el dolor antes sentido pero también se creía que esta acción daría mejor producción de leche.  

Cuando la madre moría en el parto se le consideraba como una guerrera ya que había fallecido en una batalla y esto ellos lo tomaban como un equivalente a morir defendiendo el pueblo. La muerte de las madres era muy poco común ya que el procedimiento que seguían de las parteras era muy bueno, tanto que a los españoles les sorprendió ya que se dieron cuenta que estas mujeres se recuperaban más rápido que con los procedimientos que tenían las mujeres españolas.